El suelo laminado es una de las opciones más escogidas a la hora de hacer una reforma en el suelo de una vivienda. Este tipo de suelo tiene muchas ventajas que ofrecer, sin embargo, muchas personas no saben cuál es el grosor adecuado para poner en su suelo laminado. Si quieres conocer cuál es el grosor del suelo laminado correcto, ¡sigue leyendo!  

¿Qué es el suelo laminado?  

El suelo laminado es un tipo de suelo que se forma a través de la creación de diferentes capas. Para que sea resistente, el suelo tiene una capa inferior de fibra de alta densidad que va pegada al resto de capas. Generalmente, los suelos laminados suelen estar formados por cuatro capas. 

La primera, la capa superior está compuesta por una fibra transparente y resistente cuya textura se modifica para que sea semejante a la de la madera. Esta capa actuará de protección contra arañazos y otros posibles daños que pueda sufrir el suelo.  

Bajo la capa transparente se encuentra una lámina que se asemeja a la madera y que actúa como tal. Esta es la capa más visible del suelo laminado.  

Entre la lámina anterior y la capa inferior mencionada anteriormente, encontramos una lámina de fibras de alta densidad. Esta lámina o capa permitirá que el suelo sea duradero, estable y resistente a la humedad, entre otras muchas todas cualidades.   

¿Cómo puedo escoger el grosor de mi suelo laminado?   

Para hacernos una idea de las métricas que hay que seguir, cabe señalar que el grosor del suelo laminado se mide en milímetros (mm). Además, milímetro es aproximadamente 0,039 pulgadas.  

Como ya hemos explicado, el suelo laminado se compone de varias capas, por lo que el grosor se compone de la suma total de esas capas.  

En los suelos laminados encontramos principalmente un grosor entre 7 mm y 12 mm. Al elegir entre los dos, puede ser útil conocer las propiedades restantes para que podamos evaluar completamente qué suelo es mejor para cada situación. 

Por un lado, si estás buscando una mayor nivelación del suelo, deberás buscar un grosor alto, a partir de 9 milímetros. Por otro lado, si lo que quieres es reducir la acústica de la sala, deberás escoger un suelo con láminas de menor densidad.  

Cabe destacar que no hay diferencias muy destacables entre un suelo laminado de mayor o menor grosor. Sin embargo, los suelos laminados cuentan con muchos beneficios respecto a otros suelos.  

Diferencias entre un suelo laminado de alta y baja calidad  

Uno de los datos fundamentales que debes conocer para saber si el suelo es de alta calidad es la clase de uso que se le da a dicho suelo. Los usos pueden ser: doméstico, comercial e industrial. En función de esto, los suelos también se clasifican por el nivel de desgaste que pueden sufrir siendo el 1 poco desgaste y las 4 cargas muy pesadas. Por lo tanto, sabrás que el suelo es más resistente cuanto mayor sea su número.  

Para saber si tu suelo laminado es de alta calidad, debe cumplir los siguientes requisitos: 

  • Resistencia número 2 o 3 para ambientes domésticos y 4 para industriales. 
  • Su grosor debe superar el mínimo, 7 milímetros.  
  • Su núcleo laminado debe ser de fibra de alta densidad (HDF). Esto hace que el suelo tenga mayor durabilidad. 

¿Cuáles son las ventajas de los suelos laminados más gruesos?  

Cada fabricante coloca las mediciones de los suelos laminados en una parte exterior del mismo. Aquí podrás comprobar cuáles son las medidas de los suelos que más te gusten. Si estás buscando un suelo laminado más grueso y quieres conocer sus ventajas, algunas de ellas son:  

  • Instalación sencilla. Los mejor de los suelos laminados gruesos es su instalación. Es mucho más precisa, ya que las piezas son más robustas y tienen menos riesgo de partirse. De esta manera, se puede lograr un ajuste de piezas más preciso y, por lo tanto, más duradero.  
  • Resistencia. Este tipo de suelos son duraderos y están clasificados según las normativas europeas basadas en estándares de resistencia al desgaste y resistencia al impacto. Es más duradero y menos refinado que otros suelos y tiene un acabado similar. También son resistentes a la luz solar y conservan su color durante muchos años. 
  • Mantenimiento. Los suelos laminados no se pueden lijar, pulir, pintar ni lijar. Son de muy fácil mantenimiento y cuentan con un eficaz sistema de sellado que evita las fugas de agua. Tienen una capa de resina y son fáciles de limpiar. 

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Esperamos que este post sobre cómo escoger el grosos en los suelos laminados te haya sido de gran utilidad. En caso de que estés interesado en la instalación de un suelo laminado, tarima flotante u otros tipos de suelo, ponte en contacto con nosotros. ¡Estaremos encantados de resolver todas tus preguntas al respecto!      

Puedes hacerlo llamando al número de teléfono 965 301 460 o enviando un correo electrónico con su consulta a la dirección de correo info@rogelygea.es. También puedes venir a nuestra sede y solucionar todas tus dudas de forma presencial.       

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